Ya está aquí la nueva colección del diseñador Tom Ford. Desde luego que viendo las imágenes no nos deja indiferentes y está causando mucha sensación. Se trata de unos modelos de lo más arriesgados con colores vivos y unas formas casi imposibles, que solo él sabe llevar a cabo.
Las líneas son sencillas en la mayoría de los trajes y como resultado de las mismas, nos fijamos en los detalles, como en los vestidos que con un serio color negro, rompen la trayectoria gracias a un colorido lateral en forma de estrella.
Así mismo, las cazadoras también presentan unos estampados que se basan en colores como el rosa o el anaranjado con trozos de pelo para reunir una pieza única y de gran lujo.
Claro está que para completar cada uno de estos looks, el diseñador nos propone unas sandalias de altos tacones y con estampados en cebra, donde el color blanco y negro será el protagonista.
Unas faldas con aberturas infinitas y estampados geométricos que terminan con unas altas botas de colores similares, como si se tratara de una prolongación de la falda.
Desde luego, tanto en la campaña como en el desfile, la explosión de colores estaba asegurada. Estampados muy llamativos que combinaban diferentes tonos y dibujos, haciendo prendas vanguardistas pero siempre ultra-lujosas.
Abrigos y capas de pelo, que hasta aquí, combinan colores blancos como el más vibrante pistacho. Sin lugar a dudas, una moda arriesgada y llena de personalidad para todas las atrevidas.