Los famosos no saben en qué gastar el dinero y éste es un claro ejemplo de ellos. Una de las muchas excentricidades de la familia Beckham es el coche que le han comprado a uno de sus hijos: un Porsche.
Es una reproducción, en miniatura, de esta marca de lujo, en concreto del 550 1500 RS. Todo un juguete hecho capricho, y de los caros, ya que cuesta unos 53.000 euros, como para rayarlo jugando.

¿Dónde han quedado los coches a pedales o los juguetes de madera?, está claro que no todo el mundo puede permitirse semejante lujo y aunque queramos darle todo lo mejor a nuestros hijos, algunos se pasan.

Sin carnet de conducir y puede pasearse con uno de los mejores coches del mercado…si es que los hay que nacen con estrella, esperemos que nunca se les apague su luz.