Los relojes pueden convertirse en grandes piezas únicas y de coleccionistas, como pasa en este caso. Estamos ante una pieza increíble que nos recuerda a las máquinas de Pinball y es que en sí, este reloj es una de ellas pero en miniatura. Un retorno a la infancia con fines benéficos.
La cabeza pensante es Christophe Claret quien ha decidido lanzar este modelo para que sea subastado. Lo recaudado será para la investigación de enfermedades que muchos pequeños padecen.
De ahí, que se haya inspirado en ellos, en los niños, para crear esta pieza única y con una diversión extra. A simple vista se trata de una máquina de Pinball y tiene unos acabados de lujo, al igual que las piezas que lo forman.
Para que el juego se lleve a cabo, dispone de una bola de acero en los tubos que tiene en el lateral. A simple vista, no está conectada con ningún mecanismo, pero sí con unos imanes que lleva este reloj.
Estas bolas serán las encargadas de darnos la hora, aunque quizás, no sea una hora exacta, sí intentarán que sea la más acertada. Una vez que la bola ha marcado este tiempo, volverá de nuevo a su sitio.
En su parte trasera nos encontraremos con un mecanismo para ajustar la hora manualmente y otro para poder darle cuerda. Está hecho casi en su totalidad de titanio y se puede encontrar en un color grisáceo o el azul.
Es muy ligero y solamente posee unos 15 mm de espesor. Desde luego es una pieza bastante interesante y original a la que nos tiene acostumbrados Claret, que nos trae ideas tan frescas como ésta.