Mykonos es una isla con un encanto especial. Sin duda, está visitada por numerosos turistas todo el año y claro, viendo que se ha convertido en todo un lugar paradisíaco, hoy tenemos que hacer una parada en él, y observar por qué sería el mejor destino para tus vacaciones. Quizás, este año ya las has aprovechado pero siempre se puede viajar con la mente mientras no llegan las siguientes. El Grand Resort se convierte en una parada obligada de la isla por muchos motivos que sin duda, nos conquistarán.
Mykonos te ofrece todo lo necesario para tener la aventura que prefieras. Puedes acudir a este lugar por un viaje romántico o quizás, con los amigos para disfrutar de todas sus vistas. Un entorno de lujo que se adorna con las inmensas playas y los rincones con encanto más impresionantes. Siempre habrá ese espacio para vivir intensamente y hoy os presentamos este hotel. Dentro de él, podrás encontrar habitaciones y suites. Además, podrás elegir entre unas vistas a los jardines o al mar y que contarán con una decoración elegante y sencilla donde el color blanco será su principal aliado. Algo que no nos extraña en una zona como ésta.
Para vivir más intensamente la experiencia, está claro que además de estar en las habitaciones, tenemos que aprovechar las vistas que nos ofrecen desde la ventana o terraza. Un contraste perfecto entre el color blanco y ese tono azul del mar que siempre nos motiva mucho más. Además, la piscina que va recorriendo parte de este resort parece que se une con el mar. Un lugar para poder descansar en cualquiera de sus camas y recintos especiales para ello. Aunque si quieres más relax, lo mejor es optar por una sesión de Spa que también podrás encontrar aquí, con diversos tratamientos para tu bienestar.
Imagínate estar en la piscina tomando un refresco y mirar hacia atrás para ver el mar. Quizás no hace mucha imaginación para poder vernos en esa situación. Además de la piscina, también podrás disfrutar de una tarde jugando al tenis o haciendo un poco de yoga. La zona del restaurante también tiene una amplia zona para que no tengas que estar encerrado en el hotel, sino que podrás cenar a la luz de la luna mientras degustas algunos de sus manjares que cuentan con ingredientes naturales propios de Grecia. No hay tiempo para el aburrimiento en un lugar como éste.