Con toda la atención que la serie de HBO ‘Mildred Pierce’ ha estado teniendo, resulta muy interesante revisar el clásico de 1945, que contaba con Joan Crawford, y su casa de lujo en la playa.
Mildred Pierce es un gran ejemplo del film noir de la década de los 40’. La historia inicia con un asesinato, y luego vamos viendo lo que pasó en una especia de flashbacks, hasta que el misterio sobre quien apretó el gatillo es revelado en el final.
La más famosa línea dicha en la película fue: “¡Por favor, no le digas a nadie lo que Mildred Pierce hizo!”
La casa de Mildred en la calle Corvallis, en Glendale, es mostrada como un bungalow de un piso, al mejor estilo español. Pero el set interior tiene una escalera que conduce al segundo piso, donde se encuentran los dormitorios.
¿Qué opinas de la decoración en la cocina? Mildred dice que ella siente como si hubiera nacido en la cocina. Cuando las cosas se ponen difíciles ella siempre se pone a cocinar; y después que su esposo Bert pierde su trabajo como agente de Bienes Raíces (‘de repente ya nadie compraba nada más’) ella resuelve las cosas horneando pasteles.
Las hermanas comparten un dormitorio en el segundo piso en el cual no se aprecia un amoblado al estilo de la post guerra, y es que después de todo, las casas de Hollywood casi siempre son casas de lujo.