Una casa de lujo situada en Arizona nos vuelve a sorprender, ya que su interior parece un estudio de pintura, con grandes cuadros y enormes espacios abiertos. Amplitud muy bien aprovechada para un entorno lleno de lujo.
Unos exteriores perfectos y muy bien alineados, con estrechas escaleras para lucir sobre una terraza con cómodos sofás, desde donde podrás apreciar los atardeceres más espectaculares.
Al contrario, en su interior quizás se eche de menos esos muebles contemporáneos que podamos comentar, ya que, como hemos dicho, los espacios abiertos, dejan paso a muebles básicos pero sin grandes detalles ni decoraciones ostentosas.
Una mansión de lujo fuera de las estridencias de otras que hemos visto, quizás en esta ocasión se sale del prototipo básico, pero nos encanta, ya que nos aleja de las típicas casas lujosas.
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