Ése es su nombre, El Viento y lógicamente al ver las imágenes sabemos por qué le podemos llamar así. Situada en lo alto de una colina, lo que le deja unas vistas que ya solo con imaginarlas, nos da vértigo y es que, la sierra de Madrid nos deja siempre espectaculares obras de arte como ésta.
Una mansión que nos trae Otto Medem y una vez más, nos deja con una casa de cortes asimétricos y líneas perfectas, simples. El color blanco se deja ver a lo lejos y le otorga, ya desde su exterior, el toque minimalista.
Este exterior del que hablamos se encuentra rodeado de varios bloques de piedra que conviven con el césped que rodea la piscina, al igual que la madera, otro material que abre paso hacia la casa.
Esta mansión cuenta con tres pisos que se encuentran estratégicamente para que cada una de las estancias pueda tener las mismas vistas. Por ejemplo, los baños, que están decorados con mármol y muebles en tonos grises y blancos.
Los amplios ventanales en esta habitación, al igual que en el resto, dejan paso a una enorme claridad que ayudada del color de los muebles, hace que la casa sea muy luminosa. La cocina también sigue esta tónica con encimeras en color blanco.
No se necesita más que unas sillas de líneas rectas y un pequeño espacio de relax con sillas altas y una mesa a modo de mini-bar. Rincones que llevan una decoración moderna y elegante, además de minimalista como hemos mencionado.
Nada de cuadros en las paredes, solo tímidos pero coloridos jarrones en algún que otro rincón. Una mansión espectacular que contiene lujo, vistas y un entorno muy relajante.