Cuando uno tiene un animal en casa, decimos que es rico porque lo cuidamos para que no le falte de nada, pero estos animales de los que hoy hablamos, son (o han sido), ricos porque tienen más billetes de los que nosotros veremos jamás.
La mayoría son, o fueron, protagonistas de películas de éxito o porque sus dueños manejaban cantidades desorbitadas y a falta de hijos…Dios te da sobrinos, como dice el refrán.

Uno de los más ricos del mundo, es la ya fallecida Keiko, orca famosa por protagonizar la película “liberad a Willy”, se dice que llegó a recaudar unos veinte millones de euros.

Tras fallecer una empresaria de Nueva York, le dejó a su perrita “Trouble” la friolera de doce millones de euros. Otra mujer con solvencia económica como era la hija de Víctor Posner, le dejó a su mascota una mansión valorada en 8.3 millones de dólares y otros tres millones de un fondo monetario. La crisis parece que no ha llegado al mundo animal, que disfrutan, o han disfrutado, de herencias inimaginables para cualquier ser humano.
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