Nunca sabes lo que te puedes encontrar por internet y en esta ocasión, me he quedado asombrada de ver cómo la imaginación de alguien, en este caso de Gordon Adler, puede ir hasta extremos insospechados.
Si eres de los que en café no te sienta demasiado bien y optas por el té, entonces, tiene que saber que hay un aparato, que se denomina, bolsa de té, pero un tanto peculiar. Tiene forma de barco y como no, es un homenaje al Titanic.
Su colocación en el vaso donde bebas la infusión, es simular el momento en el que el barco había tenido el fatal accidente y casi se esperaba el desenlace.
Está fabricado en acero inoxidable y desde luego, curioso es bastante. Un capricho de lujo, o simplemente, una excentricidad más.
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