Un proyecto de Marcel Luchian con unas líneas de arquitectura contemporánea, es lo que nos acapara hoy este espacio. La moderna casa se encuentra en Moldavia y está hecha con una combinación de diferentes materiales como son el cemento y mucho vidrio en amplias ventanas, como viene siendo normal en este tipo de hogares.
La casa está dividida en dos bloques bien diferenciados gracias a los colores que los componen. Por un lado, la parte baja lleva el marrón oscuro como color principal, así como la base modular flotante, será de color blanco.
Un diseño minimalista es lo que ayuda a tener esa combinación perfecta para aprovechar al máximo la luz solar y también disfrutar de pequeños espacios con sombras y rincones especiales.
Su exterior se compone de un trozo de terreno, a modo de jardín, aunque se eche en falta alguna que otra planta. Pero al llegar a la parte trasera y divisar la enorme piscina, se nos olvida lo anterior.
En esta ocasión, no está al mismo nivel que el terreno, sino que sobresale para estar recubierta del básico cemento en color blanco, lo que al mismo tiempo, deja un espacio para ser usado como terraza.
En su interior, esa tendencia minimalista también se deja ver en la decoración. En los baños, las líneas rectas mantienen los dos colores de la fachada, para crear un ambiente elegante y relajado.
Las estancias son amplias y abundan los muebles en colores muy claros que combinan con el color más oscuro del suelo. Parece ser que en esos suelos de cemento, se encuentra un sistema de calefacción interno.