Muchas veces, una casa de lujo es el resultado de renovaciones sobre espacios que ya habían sido construidos. Cuando Rene Desjardines fue asignado con un penthouse en Montreal, se encontró frente a un lienzo en blanco, y lo que ha hecho con él algo absolutamente fabuloso.
El penthouse es toda una casa de lujo ubicada en un 23avo piso, y es un espacio rectangular con enormes ventanales que se abren hacia todos los puntos cardinales: Norte, Sur, Este y Oeste.
Uno de los lados de la vivienda consta de zonas comunes, mientras que el otro contiene los espacios privados para el cliente y su hijo.
El área combinada del comedor y la cocina abarca el extremo norte de la casa con detalles fuertes y definidos. Granito oscuro cubre las mesadas superiores, y los gabinetes están ubicados frente a los vidrios, para reflejar el paisaje de la ciudad.
Una puerta hacia la terraza se abre en el comedor, mientras que los sofás con acabado de nogal, algodón, y lino ofrecen una invitación al área de televisión y cine en el otro extremo de la casa.
Los espacios privados al otro lado de la casa son algo más clásicos en su diseño. Las dos puertas anchas de madera conducen a los dormitorios del hijo y del padre.
Mientras la suite principal tiene un baño típico de todas las casas de lujo (enormes pisos de mármol), existen también un sistema de calefacción Calacatta, y dos enormes clósets.
Los detalles con sutiles y decisivos, como es todas las casas de lujo de las grandes ciudades.