Una casa que se conoce como la casa de Shakin Stevens y se encuentra en Australia, pero el culpable de este diseño es el arquitecto Matt Gibson, quien pretende un lazo de unión entre la casa y la naturaleza, de ahí que el color principal sea el verde que contrasta con el blanco exterior.
En forma de cubo, concretamente tres, que dan conexión entre sí a las zonas ajardinadas de esta mansión moderna. Caminando hacia su interior, el pasillo de madera, que comienza, en el jardín, nos da la bienvenida, para seguir hasta bien entrada la casa.
Esa madera reciclada, se conjuga con el salón a la izquierda, lleno de contrastes, gracias al color de los muebles y a la cocina, a mano derecha, que también combina diferentes tonos de verde.
Un interior muy luminoso que consta de aislamientos en las paredes y techos y un bajo consumo de energía. En la parte superior, se encuentran los dormitorios, que siguen representando la naturaleza, gracias al papel de pared simulando troncos de árboles. Otra mansión espectacular de doscientos metros cuadrados en Melbourne.