La villa donde vivió toda su vida la actriz Katherine Hepburn, se puso en venta el año pasado por unos 28 millones de dólares, un precio elevado para una mansión de lujo, llena de buen gusto, de enormes jardines y una decoración perfecta, digna de una gran diva del cine.
La casa está situada en Connecticut, con una ubicación ideal, ya que se encuentra frente al mar, donde suponemos la actriz pasaba esas horas muertas mirándolo, como símbolo de relajación, que es lo que nos transmite siempre. Para ello, tenía preparado un precioso porche, para refugiarse de los días calurosos.
Pero nada mejor que un embarcadero privado por si uno quiere adentrarse en el mar para sofocar esos calores propios de la temporada estival.
Su interior está basado en el color blanco, que es símbolo de la elegancia y como hemos dicho antes, del buen gusto. Un gran salón, separado de la zona del comedor por dos grandes columnas, pero nada recargado en sus detalles, sencillez y estilo, pueden ser los adjetivos que mejor la describen.
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