No es la primera vez que hablamos de las casas o mansiones que se encuentran en Singapur y tampoco del Estudio Guz Architects, quienes nos dejan unas verdaderas obras de arte convertidas en hogares con todo tipo de lujos y de comodidades. En este caso, nos encontramos con la denominada Casa Pez que cuenta con dos pisos y que se divide gracias a unas formas originales en su arquitectura para mantener al descubierto varias zonas de la misma. Es una manera de que llegue la luz del sol a todo los rincones, así como la ventilación mientras ofrecen todo un sinfín de maravillas ocultas en este lugar.
Un lugar que cuenta con unas formas muy contemporáneas y que como vemos en la parte baja la piscina se apodera también del protagonismo ya que en toda mansión de lujo que se precie siempre habrá una esperándonos para ser comentada. En este caso, se coloca fuera con un espacio central para que sea la naturaleza quien la acompaña y también una zona cubierta que es donde se colocan las bases de la parte alta de este hogar. La madera y el cristal son dos de los principales materiales para completar una casa como ésta.
Como apreciamos un poco mejor en esta segunda imagen, la piscina llega hasta la zona de pasillo para introducirnos en el interior de la casa. En esa zona tapada por el siguiente piso, como hemos mencionado, se deja ver una especie de terraza con sofás destinados al relax tras una tarde de intenso ejercicio nadando. Las enormes cristales poco dejan a la imaginación y son ellas las que cubrirán cada una de las habitaciones del hogar, mientras es un pasillo quien la bordea. Para acceder al siguiente piso solo es necesario una escalera con peldaños de madera y un pasamanos de cristal.
En esa zona alta podemos descubrir como el espacio se hace presente en cada uno de los rincones. Unos rincones que nos dejan unas vistas muy especiales y que cuentan con uan decoración sencilla y elegante donde se combinan los colores en los sillones así como las formas de los mismos para dar lugar a una decoración de estilo asimétrico. La cocina no se separa del salón ya que también está integrada en él y se deja ver en color marrón con blanco y unos preciosos taburetes para acompañar las cenas más casuales. Un hogar en contacto con la naturaleza y como muestra, entre otras cosas, cuenta con unos techos ondulados como señal de cercanía al mar.