Nos trasladamos, por unos minutos, a Washington para poder admirar esta mansión que data del año 1929, pero que está totalmente renovada, en su decoración, aunque, mantenga algunos aspectos elegantes de ese año. Ya en su fachada podemos ver el diseño de piedra y madera que encierra el toque más clásico.
Parece ser que fue construida como regalo de boda, de la hija de un empresario, pero años después fue comprada por Donahue Peebles y su esposa, quienes hicieron algún que otro cambio y renovación.
Cuenta con siete habitaciones y una bodega, además de un sótano muy acogedor que la pareja también reformó. Ventanas pequeñas, pero muy unidas, lo que le dan a la casa la iluminación pertinente. Los colores suaves destacan en toda la mansión, tanto en paredes como en las cortinas o alfombras.
Se pretendía dejar la esencia clásica en toda la casa, pero aportándole un diseño mucho más moderno. La terraza cierra el recorrido de esta casa, que está totalmente amueblada como zona de relax para aprovechar los días calurosos.