No sé si es que tengo un gusto raro o qué me pasa pero la gran parte de las casas para soñar que me gustan tienen una enorme piscina…¡o más de una!. Claro que si nos paramos a ver todas casas y mansiones que hemos venido comentando estos meses os daréis cuenta de que en ellas siempre hay un lugar como éste. Es un área de descanso, que como toda amplia, debe de tener pero que en ocasiones le añade más personalidad de la que creemos porque llega a fundirse en algo imprescindible y que con una decoración a su altura le dará mucha más belleza.
Imagínate una habitación en la que la cama se encuentre sobre una piscina y que para ir a descansar tienes que cruzar una pasarela. La verdad es que tiene sus ventajas porque siempre que el insomnio haga su aparción podemos darnos un bañito para así agotarnos un poco antes de dormir a pierna suelta. Una habitación que se completa con una iluminación de pequeños focos LED que se van uniendo de forma estratégica por todo el techo. Vamos a seguir soñando a ver si algún día los sueños se hacen realidad.
Es la mejor bienvenida que nos puede dar una casa. Una piscina rectangular que en apariencia es de lo más sencilla, cuenta con una especie de pequeñas cascadas que dan lugar a otra piscina más estrecha y unos toboganes que harán las delicias de los más pequeños de la casa, o quizás de los que no lo son tanto. Nos podríamos pasar horas y horas en esta piscina o tomando el sol en sus tumbonas, siempre contemplando la preciosa fachada de esta casa de estilo mediterráneo que nos deja en su lejanía un estupendo jacuzzi. ¡Ya no se podría pedir más!.
Los espacios abiertos son muy comunes de la arquitectura moderna y por eso, las casas de este tipo no pierden la ocasión de que haya espacios increíbles que adornen todo su exterior. Como si tuviéramos una casa cerca de la playa, tan cerca que si vamos caminado por el salón, podremos hacer una parada, quitarnos los zapatos y meternos en el agua. Además, podremos cruzar de un lado a otro de la mansión a través de unos caminos con barandillas de cristal, para que no tengamos que perdernos nada de las vistas tan increíbles que nos dejan. Tres ejemplos de lujo y buen gusto.