Esto sí que se podría definir como vivir al límite y es que, esta casa de lujo es un obra de Modscape es todo un reto para el vértigo. Sin duda, además de las inmejorables vistas en primera línea de playa es una manera de aprovechar la zona de la costa en Australia. Quizás, no desde su interior, pero lo que sí es cierto que desde fuera da bastante impresión porque se ve claramente como está colgada de una de sus partes. Una estructura que está anclada a las rocas y que gracias a su forma tan original se puede acceder desde la planta superior hasta las siguientes a pesar de que está formada de mayor a menor.
Es toda una obra de arte dentro de la arquitectura, que como vemos, poco a poco también se va haciendo con ideas muy innovadoras dejándonos mansiones y casas de lujo como éstas. Si hablamos de una casa que está al borde de un acantilado, qué mejor que esté compuesta de numerosos cristales para que sus habitantes puedan disfrutar día y noche de las espectaculares vistas que el mar les brinda, así como los ruidos más sutiles que se puedan encontrar. Como decíamos al comienzo, en la parte de arriba se encuentra el acceso y además, el garaje.
Desde esa zona, podemos adentrarnos en el ascensor el cual nos llevará por las cuatro partes de las que se compone este hogar. En cada una de ellas apreciaremos una tendencia minimalista en la decoración así como el protagonismo del color blanco que deja un espacio muy luminoso y perfecto para poder aprovechar todo lo que la naturaleza nos brinda. Si nos ponemos a descubrir más sobre el interior, bajando nos encontraremos con la cocina y el comedor, luego en la siguiente parte estarán los dormitorios.
Le siguen los baños y como no, en la parte más inferior de esta casa, nos encontraremos con un spa. Lógicamente si estamos hablando de una casa de lujo no hay nada como un lugar así para poder relajarnos mientras contamos las olas del mar. El ocio siempre nos mantiene alejados de los problemas y por supuesto, en una casa así, los mantendríamos a raya. Quizás es uno de los diseños a los que nos estamos acostumbrados a ver pero que desde luego, no podemos negar que tiene su encanto más allá del vértigo que da solamente con echarle el primer vistazo.