Las piezas arquitectónicas no se pueden perder y como en este caso, un antiguo convento se ha vuelto a utilizar como hotel y desde luego, es todo un lujo, recorrer sus jardines y sus piezas tan antiguas. Amplias estancias de las que solo emanan paz y tranquilidad.
Está situado en Nicaragua, en una zona muy tranquila y cerca de la plaza principal de este lugar. Tiene la apariencia de los típicos conventos que son de una sola planta y con un enorme jardín en su exterior.
Un jardín en forma de laberinto que subre la mayor parte de la parte delantera. Hay que recordar que este lugar fue uno de los primeros conventos en la ciudad, pero por culpa de terremotos y otras sacudidas, el edificio que vemos ahora, data del 1995.
Tiene 32 habitaciones con una decoración muy clásica pero sofisticada, además, se pueden apreciar diversas obras de arte. Un lugar con encanto en el que puedes pasar tus mejores vacaciones de una manera muy tranquila.