Siempre que salimos de vacaciones queremos ir a un lugar único y especial. Hacer todo aquello que nos gusta y que seguro que no hemos hecho en otras ocasiones. Después de pensar en todo ello también hay que pensar en el lugar que nos va a acoger durante esos días para desconectar. Son muchos los hoteles de lujo que tienen cabida a actividades únicas y diferentes, pero bien es cierto que hay uno que se sale de la lista. El hotel Presidente Wilson en Ginebra es uno de esos lugares que tendremos que visitar una vez en la vida y seguro que al hacerlo, ya nos faltará tiempo para disponer de todas las otras actividades que teníamos en mente.
Este lugar cuenta con todo lo necesario para no tener que escapar de él. Es un hotel de cinco estrellas que además de contar con un inmenso Spa donde poder relajarnos y darnos los masajes relajantes que necesitamos, también cuenta con una piscina que está al aire libre y que desde ella, además de descansar o practicar un poco de deporte, nos podemos deleitar con las vistas que tiene a los Alpes. Dos lugares imprescindibles si queremos dejar allí el estrés antes de volver a la rutina. Baños de vapor, bañera de hidromasaje y como no, una sauna. Claro que si quieres hacer un poco de deporte, también tienes a tu disposición un centro que cuenta con todos los materiales necesarios.
Este hotel está muy bien situado ya que en solo unos minutos podrás acercarte hasta la estación de tres o de bus, así como al área comercial a pasar una tarde entretenida entre tiendas. Las mejores calidades para el disfrute tanto fuera como dentro, puesto que las habitaciones no tienen nada que envidiar. Podrás elegir entre habitaciones o suites. Algunas de ellas cuentan con una amplia habitación con salón y desde donde también podrás disfrutar de las vistas porque se encuentran situadas en los pisos más elevados del hotel.
Toda la comodidad se cierne sobre ellas, ya que además disponen de todo lo necesario para tu descanso. Una decoración muy elegante y sencilla que combina tonalidades básicas y nada recargadas. Amplias ventanas que facilita el entorno luminoso de las mismas, así como las vistas tan especiales. Además, puedes disfrutar de una cena muy especial gracias a los dos bares con los que cuenta el hotel y como no, los dos restaurantes. Un entorno de lujo al que no le falta de nada.