Ya existe un lugar de lo más especial en Madrid, se encuentra en el hotel Ritz y lleva por nombre el Krug Bar. Si quieres saborear el mejor champán en un entorno único, entonces ahora ya no tienes que buscar más porque aquí está. Seguro que todos conocéis esta bebida espumosa tan diferente y es que el champán Krug cuenta con una larga historia que intentaremos resumir para centrarnos en lo que realmente importa y es la bebida, quien se marca como una clara protagonista. Joseph Krug fue el fundador de esta casa, ya que para él lo primordial era poder ofrecer un suculento champán.
Con calidad y un poder de distinción, Joseph crea cada año una serie de ricas bebidas que deleitan a propios y extraños. Su éxito radica en ir seleccionando las mejores uvas que no siempre tienen que estar en el mismo lugar, ya que de esta manera en la diversidad estará el gusto. La mezcla de las mismas dará lugar al mejor champán del mundo. Poco a poco y cada año, la casa intentaba superarse con nuevos retos y buscando siempre el sabor más fino y elegante para que sea todo un lujo en cada paladar. Una vez seleccionada la materia prima, hay que dejar que el tiempo pase y se forme la bebida.
Es por ello que en este nuevo bar podremos disfrutar de una experiencia única donde probaremos las diferentes clases de champán con las que cuenta esta casa y desde luego, cada una será todo un arte para nuestros sentidos, como bien explican en su página web. Claro que a tanto lujo para el paladar, también tiene que estar marcado en el entorno donde vamos a saborear una delicia así. Un bar decorado en madera y que cuenta con unas pinceladas de color que se reflejan tanto en la alfombra como en los sillones o taburetes.
Son numerosas las fotografías que van a decorar la pared principal y nos dejan rostros muy conocidos quienes también pondrán los ojos en nuestras copas. Claro que el mejor escenario es el que se encuentra tras la barra con unas cristaleras llenas de botellas. Desde 1843 que fue el año de su fundación, todavía nos sigue sorprendiendo con ideas como ésta para que nadie se quede sin poder probar un pequeño sorbo. Cada botella está cerca de los 200 euros…un lujo riquísimo pero que se paga caro.