Las casas de los famosos suelen tener bastantes lujos, aunque todo este tiempo, nos ha llevado a descubrir que no siempre es así. Un hombre de negocios, diseñador y director de cine como es Tom Ford, necesitaba una casa que estuviera a su altura y por eso, quizás, esperaba el típico palacio o mansión de lujo.
En este caso, la casa en cuestión, parece mucho más sencilla con su fachada en color blanco, aunque está situada en uno de los barrios más exclusivos de Londres.
En su interior, podemos apreciar el gusta por el diseño, en combinación con los colores un poco más oscuros que a priori habíamos visto en su fachada. Los muebles son muy modernos, de color blanco y negro.
Aunque, en la cocina predominan los tonos claros que la hacen mucho más iluminada.Suelos estampados como símbolo de elegancia, al igual que las alfombras de piel o las paredes en madera. Unos jardines muy cuidados, en los que también hay espacios para el relax.