Uno de los productores y directores más conocidos en los años 90 gracias a series de numeroso éxito, que, aunque ha desaparecido, nos seguimos acordando de el y como no, de su increíble mansión, que está considerada una de las más grandes y más caras.
Aaron Spelling fue el culpable de que nos engancháramos a series como Beverly Hills 90210, Dinastía o Los ángeles de Charlie, entre otras. Era el rey Midas de la televisión, ya que todo lo que tocaba, lo convertía en verdadero éxito.
Hoy, queda su legado y su impresionante vivienda que fue puesta en venta por su mujer. Cuenta con 123 habitaciones y 10 baños, con una decoración totalmente de lujo y en algunas estancias, podemos decir que un poco exagerada.
Una sala de cine que puede albergar hasta 300 personas, un establo y un museo, además de pista de tenis y como nota curiosa…una parte de esta mansión, destinada para guardar la ropa, claro que suponemos que tampoco les faltaría de esto a la familia. ¡Impresionante!.