A la hora de pensar en una subasta, quizás lo primero que se nos viene a la mente son las grandes obras, hechas por famosos pintores o escultores, piezas únicas que pertenecieron a grandes nombres del séptimo arte…pero otras veces, algo tan simple como un menú, puede ser subastado.
Simple y a la vez complejo, ya que estamos hablando del último menú servido en el gran Titanic. Una última noche, donde nada hacía presagiar la desgracia, que horas después de haber degustado estes ricos manjares, iban a sufrir los pasajeros.
Se ha subastado en Londres, por la módica cifra de 122.000 dólares. Pertenece al menú del comedor de primera clase, ya que, había tres muy diferenciados y aunque, en el segundo comedor, también había platos muy apetecibles, nada comparable a esta carta de lujo.
Eran platos muy variados, aunque con pocos ingredientes, pero donde se lograban unos platos exquisitos, de variedades francesas y también británicas. Cien años después, aquel 14 de abril de 1912, quedará para siempre grabado en la historia.