Mientras algunos hacemos números todos los días para poder pagar nuestra casa, otros se permiten el vivir rodeados de grandes lujos y es que, el mundo está así de mal repartido. Esta mansión nos lleva hasta Londres, donde podemos apreciar que realmente más que mansión, parece un palacio.
Solo decir que tiene unos 28.000 metros cuadrados que están perfectamente repartidos para que no falte de nada, sino que hasta hay metros para aburrir. Dispone de cuatro cocinas y un salón de más de 80 metros.
Además, tiene un increíble baño turco y de piscina interior que hará las delicias de todos los habitantes de la casa y hasta de los que no lo somos.
Se dice que es la segunda casa más cara de Inglaterra, lógico, sabiendo que tiene más siete suites y un par de amplias escaleras adornadas con el color elegante por excelencia, el rojo.