Los cupcakes se han puesto de moda y es todo un arte el decorarlos. Como sabemos hasta hay cursos que nos muestran técnicas muy sencillas para que poco a poco vayamos introduciendo novedades en lo que ya es un postre con mucho estilo. Claro que hoy no hablamos de cómo podemos decorarlo o realizarlo sino de uno que, a pesar de su tamaño vale nada más y nada menos que unos 900 dólares. Claro que cuando conozcamos todo lo que conlleva este postre, ya sabremos el por qué de su alto valor. Una manera de hacer repostería con todo lujo de detalles, nunca mejor dicho.
La pastelería se llama Dolci cupcakes and cakes y recibió un encargo de lo más especial. Parece ser que un hombre quería celebrar el cumpleaños de su mujer por todo lo alto, ya que ésta cumplía los cuarenta. Después de mucho pensar, cayó en la cuenta de que a la mayoría nos encantan los dulces y siempre es todo un detalle cuando nos los regalan. Partiendo de ello, ya solo quedaba hacer este deseo realidad pero con todos los ingredientes de lujo que podamos imaginar. El equipo de la pastelería de Toronto se ponía manos a la obra para lograr un cupcake que se convirtiera en toda una obra de arte…¡y así lo hicieron!.
Uniendo los gustos del cliente con los de su mujer, han dado lugar a este postre para el que se necesitaron dos días hasta que estuvo terminado. Además, a mayores todo el tiempo de diseño para el que se necesitaron dos grandes chefs pasteleros. Entre los ingredientes tenemos un champán de lujo, claro está que se puede apreciar en la crema. Mantequilla de Normandía, así como sal del mar de Francia y vainilla de Tahití, entre otros. Viéndolo, hasta da pena comérselo…¿o no?.
Seguro que la cumpleañera estaría de lo más feliz, ya que parece ser que el cliente sí lo estaba cuando recibió esta pieza que seguro es única por su sabor y luego, por la decoración exterior que cuenta con las hojas de oro y unos diamantes de azúcar, que son los que lo recorren a su alrededor. Es otra de las maneras más lujosas de sorprender a nuestros seres queridos, claro que muchos tenemos que seguir optando por los regalos más tradicionales y aquello de: No es por el regalo en sí, es el detalle. ¡Buen provecho a los privilegiados!.