Quizás no sea lo más representativo de esta mansión, pero sí que me ha llamado la atención porque hacía tiempo que no veíamos unas ventanas así. Supongo que me recordó a aquella moda, en los años 90, cuando los cristales de las gafas eran de esta singular manera.
La mansión se encuentra en Dallas y viendo las imágenes, representa el arte romántico con unas líneas muy sencillas y delicadas, entre las cuales, la madera es uno de los materiales principales en su interior, así como los techos en forma de bóveda.
Tiene cuatro dormitorios, con muebles de colores muy claros, que combinan con los estampados de las alfombras. A su lado, hay una casa de invitados, así como amplios jardines y terrazas, para el disfrute de esta espectacular finca.
Gracias a una escalera de caracol, podemos acceder a la bodega y a una sala de juegos. Como no, coronando el hogar, no podía faltar una piscina con formas redondeadas.