Caliente, picante y listo para funcionar. Fusionando una estética ultra moderna con el estilo sensual de la época de los años 50 de Shanghai… es así como Gingerboy lleva su fama y prestigio en experiencia gastronómica a Melbourne, Australia.
Cuando el famoso propietario de este restaurante, Teague Ezard, se decidió por el menú inspirado en la comida de calle se volvió hacia los galardonados arquitectos Elenberg Fraser, para confiarles la creación de un espacio que complemente su visión innovadora en gastronomía.
Comenzando con el letrero de neón enorme en la entrada y la fachada dorada, se puede decir que todos los detalles juguetones de Gingerboy harán las delicias de los amantes del diseño tanto como de los exigentes gourmets del menú.
Al entrar, el bullicio y el ambiente animado de la cocina abierta se pueden disfrutar desde la barra larga de bambú. La iluminación de fondo está dominada por luces blancas, con imágenes filtradas de Asia. La zona de alta energía es perfecta para disfrutar de bocadillos rápidos y cócteles con influencia asiáticos que le han creado fama a Gingerboy.
El comedor principal tiene una atmósfera más íntima. Una instalación al estilo de túnel con oscuros y brillantes tallos de bambú; que junto a focos brillantes se utilizan para crear la ilusión de una noche estrellada en medio de un mercado al aire libre.
Los pequeños puntos de luz danzan sobre las mesas y sillas lacadas, sobre las que se ve un arco iris traslúcido creado por los deslumbrantes prismas. Las paredes de color rojo con flecos y la araña colgada completan este acogedor y lujoso espacio.